Instalaciones de iluminación

El correcto funcionamiento de los sistemas de iluminación es uno de los aspectos que habitualmente controlamos dentro de nuestras pruebas de servicio. Para ello se utiliza principalmente un luxómetro, que nos permite medir el nivel de iluminación en diferentes ubicaciones y situaciones de funcionamiento.

Por ejemplo, en el uso diario de la instalación no solo es importante que se alcancen los niveles mínimos adecuados para cada uso: la relación entre la potencia eléctrica consumida y el nivel de iluminación obtenido es también uno de los ratios que se evaluan, especialmente a la hora de realizar una auditoría energética. 

Por otro lado, no es necesario incidir en la importancia que tiene el correcto funcionamiento del alumbrado de emergencia. En este caso se comprueba sobre todo que se alcanzan los niveles mínimos de iluminación en las zonas de evacuación y en las inmediaciones de cuadros e instalaciones contraincendios, además de que dicho alumbrado se mantenga en funcionamiento durante tiempo suficiente.